Literatura

En este espacio las palabras cobrarán COLOR, sabores indefinibles, olores encantadores, sonidos placenteros y podrás palparlas como si fueran burbujas de jabón.

¡¡QUE VIVA EL CUENTO, LA POESÍA, LA NOVELA, LA FÁBULA ... ESE UNIVERSO MÁGICO ENSOÑADOR QUE NOS ACERCA A LA FELICIDAD!!

Gonzalo Arango

                                                                                                 Por Dasso Saldívar
Gonzalo Arango nació en Andes, Antioquia, el 18 de enero de 1931. Era el hijo número 13 de una familia de quince hermanos. Su padre, Francisco Arango, era el telegrafista del pueblo, y su madre, Magdalena Arias, fungía de hada protectora de los parques y calles de Andes. Como tuvo serios problemas para aprender a leer y a escribir, no terminó la primaria hasta los trece o catorce años, pues su “espíritu biológico” armonizaba más con el río, los árboles y los pájaros. Hizo los primeros años de bachillerato en Liceo Juan de Dios Uribe, donde conoció a Jaime Jaramillo Escobar y escribió a los dieciséis años un artículo sobre el Quijote, que fue el primer texto literario de su vida. Terminó el bachillerato en el Liceo Antioqueño de la Universidad de Antioquia, siendo condiscípulo de Fernando Botero, y empezó Derecho en la misma universidad, pero sólo hizo dos cursos, y se retiró a una finca de su padre cerca de Medellín varios años, durante los cuales escribió las novelas Después del hombre y Punta de cielo, que nunca llegó a publicar. Durante esa época fue un lector ensimismado, cultivaba tomates y vendía limones y naranjas en la ciudad para comprar resmas de papel.
Luego fue profesor de preceptiva, bibliotecario de la Universidad de Antioquia, así como jefe de redacción de la Revista Universidad de Antioquia. En 1953 se unió al MAN, partido político del General Rojas Pinilla, y llegó a ser corresponsal del periódico de dicho movimiento, por lo que en 1957, al caer la dictadura, la turba enfurecida pidió la cabeza del escritor. Después de este susto se fue a La Pintada y a Cali, donde trabajó algún tiempo en una agencia de publicidad. Cuando volvió a Medellín en 1958, tenía redactado el Primer Manifiesto Nadaísta, que publicó en agosto de este año y que luego lanzaría en Cali junto a Jaime Jaramillo Escobar, J. Mario, Elmo Valencia y otros seguidores. Antes, con sus compañeros antioqueños, había quemado libros en la vía pública de Medellín y lanzado cápsulas de creosota a un congreso de escritores católicos reunidos en el Paraninfo de la Universidad de Antioquia, hecho que le valió algunos días cárcel en La Ladera.
El nadaísmo, que, para cuando nazca el Mayo francés del 68, va a tener una vigencia de diez años, fue un movimiento vital e intelectual, espiritual y artístico, que, grosso modo y en palabras de su fundador, “es la negación de todo lo muerto y la afirmación de todo lo que está vivo. Tiene una actitud frente a la política, la religión y la estética”. En el plano estético, no se somete a ningún precepto porque limitaría la libertad creadora, que considera el valor esencial del arte. El nadaísmo de Gonzalo Arango se alimenta primordialmente de las obras de Jean Paul Sartre, en especial de la novela La náusea y del ensayo filosófico El ser y la nada. También se nutre de otras vertientes, como las obras de Nietzche, Rimbaud, Lawrence, Heidegger, Camus y Fernando González.
Después de una larga relación con la norteamericana Rosie Smith, más conocida como Rosa Girasol, a finales de los sesenta conoció en la isla de Providencia a la inglesa Angelita, con quien compartió su vida hasta su muerte, acaecida en un accidente de tráfico el 25 de septiembre de 1976, en Gachancipá. La relación con la inglesa llegó ser tan intensa y transformadora, que Gonzalo Arango abjuró en 1971 del nadaísmo y abandonó el ejercicio del periodismo. Los últimos reportajes de su larga carrera de brillante periodista, que alcanzó su momento de oro en la revista Cromos, fueron esporádicos en El Tiempo y en la revista Nadaísmo 70.
Las principales publicaciones de Gonzalo Arango muestran a un practicante de los más diversos géneros, que se destacó especialmente en el relato y en el ensayo breve, el reportaje y el género epistolar, en los cuales sobresale ante todo la actitud del gran poeta de la vida que fue. Primer Manifiesto Nadaísta (1958), Nada bajo el cielorrasoHK 111Los ratones van al infiernoLa consagración de la nada (teatro), Trece poetas nadaístas (1963), Sexo y saxofón (1964), Prosas para leer en la silla eléctrica (1966), El oso y el colibrí (1968), Providencia (1972), Fuego en el altar (1974), Obra negra (1974), Adangelios (1985).
Fuente:
Artículo difundido por el diario virtual Cronopios el lunes 26 de septiembre 2005.

AHORA DISFRUTEMOS DE UNA DE SUS MEJORES CREACIONES:

La malvada intención
ustedes, por estar leyendo la crónica social...
las recetas de cocina y el manual para portarse bien en sociedad...
por estar alelados mirando la televisión o las estrellas...
y baboseándose con las poesías a miss universo...
ustedes, los poetas que fabrican sobre el diccionario de rimas un poema quincenal...
ustedes, los intelectuales conformistas para quienes es muy cómodo el nihilismo...
ustedes, los burócratas liberales y conservadores que ya perdieron el sentido de lo maravilloso...
ustedes, los inspectores de la moral, que confunden el “hula-hula” con el marqués de sade...
ustedes, los sexólogos de ideas fijas que representan el “hula-hula” con un falo abstracto y circular...
(nosotros protestamos contra ustedes que se oponen a la satisfacción de los instintos naturales y al derecho a legitimar esos instintos por las vías legales de la imaginación) ...
ustedes, los reales académicos y tratadistas de la forma, que no saben lo que se anida en las cloacas, y que no han mirado desde las alcantarillas el nacimiento del sol...
ustedes, los estudiantes de urbanidad y de retórica que ya saben rimarle un verso a la prostituta y limpiarse la jeta con elegancia...
ustedes, las señoras aristocráticas que bailan a Elvis Presley en el club y levantan las piernas para escandalizar a los notarios y a los senadores de la 2a. república...
ustedes, magistrados y jueces que codifican la vida y asesinan con fórmulas los instintos vitales...
ustedes, los notarios que escrituran a los ricos la tierra de los pobres con manos de usureros y canas en el cerebro...
ustedes, los ciudadanos ejemplares que se emborrachan en los prostíbulos y hacen penitencia religiosa...
ustedes, los que se flagelan a la luz del sol ante los altares de piedra, y de noche cumplen funciones de pederastas...
ustedes, los de la “liga de la decencia” y “la pureza del espíritu” que se escandalizan con los senos de una escultura y no sienten horror al defecar en la bóveda celeste del sanitario...
ustedes, los predicadores, que apestan con su oratoria y con sus sotanas de terciopelo sudado...
ustedes, los políticos que no creen en la revolución y se hacen remunerar su falta de fe...
ustedes, los policías, que no saben cómo preñan los poetas a las rosas...
ustedes, los críticos de arte y literatura que han leído la citolegia y a Kant, y que confunden a gonzaloarango con un paciente de la sicología, a Garcilaso con don Blas de Lezo, la “unión libre” de Breton con la “unión nacional” de Ospina Pérez, un ataque al corazón con la crisis de la poesía...
ustedes, en general, no saben nada de nada...
y tienen una idea falsa de lo que es el nadaísmo cuando piensan que somos la amenaza material del orden burgués...
nosotros no vamos a robarle la chequera al capitalista, ni vamos a asaltar a media noche su despensa; que los burgueses revienten tranquilos en medio de la abundancia...
tampoco vamos a raptar en noches de luna a las colegialas del “Mary Mount”. el nadaísmo no es una historia prostibularia, que ellas revienten con sus prejuicios, su puritanismo angélico, y que lleven su sexo casto al matrimonio, o lo conserven como una momia para que lo consagren a san Luis Gonzaga...
tampoco queremos alterar sus conceptos del mundo en el que viven de tránsito a la eternidad, afianzados aquí en la estabilidad económica, la virtud y el respeto social...
nosotros no tenemos nada que ver con quienes no tienen problemas, ni dudas, ellos están salvados...
pero queremos confesarle una malvada intención a la burguesía. señores burgueses: el nadaísmo se fundó para pervertir a vuestros hijos. vamos a interrumpir vuestro sueño y a despertar en vuestras alcobas inquietantes y terribles gérmenes de zozobra. vuestros hijos regresarán una noche a pediros cuentas, ebrios y poseídos de una terrible cólera.
temedlos, yo los conozco, son peligrosos...
a mi madre de 70 años ya le advertí: nena, si no me dejas libre le diré a la policía que eres comunista... y ella dijo: “tú sabes que eso es falso, no lo hagas, porque me echarían de la iglesia...”.
   

Fuente:
Obra negra. Santa Fe de Bogotá, Plaza & Janés, primera edición en Colombia, abril de 1993.

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